A pedido de la defensa, la justicia platense sobreseyó al propietario de la distribuidora láctea de 520 entre 11 y 12 que había ejecutado de varios disparos al delincuente de 16 años que irrumpió en su local con fines de robo.
Policiales 02/10/2024
Al acreditarse la “legítima defensa”, el dueño de la distribuidora láctea Don Otto, de Avenida 520 entre 11 y 12 de Tolosa, fue sobreseído en la causa que se encontraba procesado por haber matado al delincuente de 16 años que había ingresado a robar a su comercio el pasado 19 de abril.
La resolución fue emitida por el juez de Garantías, Eduardo Silva Pelossi, a pedido del fiscal Álvaro Garganta al establecer en el marco de la investigación judicial que el dueño de la distribuidora, Marcelo Agugliaro (47) había actuado en legítima defensa, propia y de terceros.
Agugliaro se encontraba imputado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Los magistrados establecieron que el viernes 19 de abril pasado, en horas del mediodía, el ladrón, de 16 años, llegó en moto junto a un cómplice mayor de edad y con otra persona que habría servido de apoyo al comercio de Tolosa. Alertado, Agugliaro bajó del primer piso del local, le disparó en varias ocasiones y lo mató.
El pedido de sobreseimiento había sido solicitado por el defensor del comerciante, Alejandro Hortel. El elemento de prueba que presentó fueron las cámaras de seguridad de la distribuidora, donde se ve la secuencia del asalto.
En el expediente se acreditó que la víctima fatal era Ariel Rubén Darío González, de 16 años de edad. El padre del menor declaró en la causa y reconoció que "deseaba" que su hijo cumpliera la mayoría de edad "para que vaya a la cárcel" en vez de terminar muerto.
Los investigadores confirmaron esa versión, indicando que el padre del ladrón de 16 años "lo quería preso para estar tranquilo y no pensar que su hijo iba a terminar como sucedió", es decir, abatido tras recibir cinco disparos, tres de ellos por la espalda.
El informe de la autopsia confirmó que el adolescente murió por un “shock hipovolémico, secundario a lesión pulmonar, cardíaca y de los grandes vasos, producidas por herida de proyectil de arma de fuego”.
Tras notificar ayer a las partes, el fiscal Garganta aseveró que el dueño de la distribuidora actuó "en legítima defensa" porque González y su cómplice "no estaban en fuga y el peligro no había cesado".
En las imágenes de los videos de seguridad se observa cuando los delincuentes arriban al comercio en moto. El rodado fue abandonado a pocos metros por el ladrón que huyó y se confirmó que la moto tenía pedido de captura por hurto.
Fueron los propios vecinos los que contaron que habían actuado dos ladrones y que al menos uno estaba armado. Cuando escapaban del local, el dueño, cansado de que le roben ya se había armado, habría efectuado varios disparos contra los asaltantes.
En una cámara ubicada en una pollajería de la mano de enfrente de la Avenida 520, se puede ver como cae muerto el chico de 16 años y el otro huye hacia el lado de calle 12. En esas imágenes se observa además que el joven corre cubriendo parcialmente su rostro y portando en una de sus manos el arma que usó para el intento de asalto.
También una de las cámaras lo toma viniendo de frente y la otra sigue su carrera hacia la esquina siguiente donde se lo ve doblar y perderse definitivamente.
En los registros se puede advertir como uno de los jóvenes sale corriendo, aunque con una aparente renguera mientras que su cómplice llega hasta la vereda y se desploma.
Atrás del herido de muerte aparecen tres personas, entre ellos un hombre de remera negra que sería el comerciante que ejecutó los disparos. También se ve a presuntas empleadas o clientes del local.
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