Gerardo Molina: "La atención es el ingrediente mas importantes para lograr ser feliz"

Cultivar la atención en el aquí y el ahora es cada vez más necesario para una vida plena y feliz según el experto.

Actualidad 16/10/2023
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Gerardo Molina, reconocido profesor Emerito, experto en comunicaciones globales, escritor de 20 obras, nos hablo sobre la inteligencia, la que reside en la capacidad para gestionar las emociones para ser felices.

 

En sus libros Happy Marketing y Walt Disney, habla de la capacidad de atención a los detalles como el pilar de la inteligencia para alcanzar una felicidad sustentable.

 

Vivimos en un mundo lleno de distracciones que disminuyen la capacidad de atención y esto puede tener consecuencias negativas y afectan lo emocional. 

 

—¿Por qué es tan importante cultivar la atención?


—Prestar atención es el secreto de las cosas importantes que podemos llegar a hacer en nuestra vida, desde trabajar hasta amar bien, sin atención no hay felicidad

 

–¿Qué clase de atención deberíamos cultivar?


—Hay muchos tipos de atención: cuál es más adecuada depende de la situación. Para trabajar, lo que se necesita es concentración.

 

—El mundo que el ser humano está creando es un mundo que propicia la distracción frente a la atención. ¿Qué empuja al ser humano por este camino?


—La tecnología digital provoca muchas distracciones y nos aparta demasiado fácilmente de las cosas en las que necesitamos concentrarnos. Creo que esto está erosionando nuestra habilidad para prestar atención a lo que hacemos y a las personas que nos importan.

 

—Las personas que se concentran con más facilidad suelen resultar menos vulnerables a las turbulencias emocionales. ¿Por qué?


—Los mismos circuitos cerebrales que nos ayudan a concentrarnos y a mantener la atención son los que a su vez nos permiten gestionar las emociones negativas. Cuando la mente divaga suele conectarse más frecuentemente con emociones negativas que con emociones positivas. 

 

 

 

 

 

 

¿Qué podemos hacer para cambiar esta tendencia?


—La mente tiende a conectarse sobre todo con los problemas que afectan a nuestras relaciones personales. Cuando simplemente les damos vueltas y vueltas a esos problemas, –repitiéndonos con preocupación los mismos pensamientos una y otra vez como si fuéramos un disco rayado– no llegamos a ninguna parte. Para encontrar una solución constructiva hay que lograr centrarse y pensar en qué pasos se pueden dar para mejorar las cosas, dejando la preocupación atrás.

 

—A veces, como ha dicho antes, la mente puede jugar a nuestro favor, pues favorece la creatividad. 

 

¿Qué se necesita para que sea así?


—Las ideas creativas surgen con mayor facilidad cuando se deja divagar a la mente, dejarla suelta, no tiene nada de malo, al contrario. El problema surge cuando necesitamos concentrarnos y la mente puede más que nosotros, o cuando se instala en la negatividad.

 

—La mente atenta parece excluyente. ¿Qué proporción de cada una sería deseable en el día a día?


—No hay una proporción fija que se considere mejor que otra. La clave estriba en prestar atención a aquello en lo que necesitamos centrarnos sin que nuestra mente de pronto se distraiga y se aleje. Una vez hemos hecho lo que teníamos que hacer, que la mente vague está bien.

 

—¿Cómo afecta nuestra capacidad de atención a nuestro nivel de empatía?


—La empatía es una forma de atención: la que permite concentrarse en otra persona. Y es la base sobre la que se construyen las relaciones saludables. Hay quienes afirman que uno de los costos de la búsqueda de distracciones a la que hoy en día nos enfrentamos consiste en la erosión de la felicidad.

 

Ud. sostiene que la felicidad. puede tener un poderoso efecto calmante frente al dolor. 

 

¿Por qué damos tanta importancia al hecho de sentirnos comprendidos?

—Todos necesitamos sentir que somos lo suficientemente importantes para otra persona como para que nos preste atención, empatice con nosotros y nos comprenda. Es algo que necesitamos de nuestros padres cuando somos pequeños, y también de las personas a las que queremos cuando ya nos hemos convertido en adultos. Construye en nuestro interior una sensación de seguridad. 

 

 

 

 

 

—¿Por qué es más fácil concentrarse en lo que a uno le gusta y no tanto en lo que a uno no le gusta? ¿Se podría considerar el tiempo en que conseguimos mantener la atención como un indicador de felicidad?


—Nos conectamos automáticamente con aquello que nos hace sentir felices. El placer y la absorción plena en lo que nos gusta son indicadores emocionales del estado de flujo, y una de las claves para intensificar nuestra capacidad de fluir consiste en sintonizar lo que hacemos con todo lo que nos gusta mucho. La concentración, independientemente de la forma en que la movilicemos o del modo en que lleguemos a ella, nos ayuda a fluir con la vida.

 

—¿Hasta qué punto es importante decidir en qué queremos centrarnos?


—Controlar en qué nos vamos a concentrar es signo de madurez y de autonomía. Juzgarnos severamente a nosotros mismos –o a otras personas– despierta emociones negativas. Ahora bien, también tiene que haber espacio para las evaluaciones inteligentes, que no conllevan un sentimiento de culpa como los juicios negativos.

 

—¿Qué se puede hacer cuando a uno le cuesta mucho concentrarse porque no puede parar de pensar en lo que le preocupa?


—Una meditación de conciencia sensorial, por ejemplo una meditación en la que se recorre el cuerpo para irse fijando en las sensaciones que se tienen, puede ayudar a apagar los pensamientos sobre aquello que nos preocupa.

 

—A veces es el cansancio mental el que nos impide concentrarnos. 

 

¿Cuáles son las mejores maneras de descansar la mente?


—En primer lugar, hay que dormir lo suficiente: parece obvio, pero muchas personas van faltas de sueño. Una breve cabezada por la tarde revitaliza el cerebro. Hacer una pausa o tomarse un descanso en la naturaleza –yendo a pasear por un parque o junto a un poco de agua, por ejemplo– también puede resultar muy revigorizante.

 

—¿Por qué hallamos descanso mental en la naturaleza? ¿Qué tiene la naturaleza para producir ese efecto?


—En la naturaleza no hay distracciones negativas; solo paisajes tranquilos. La recuperación ocurre cuando pasamos de la atención esforzada, en la que la mente necesita eliminar las distracciones, a soltarnos y dejar que nuestra atención se vea capturada por cualquier cosa que se presente.

 

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