¿Cómo detectar el abuso sexual infantil? ESI: una herramienta

Hace unos días, distintas escuelas de La Plata se vieron vandalizadas en sus fachadas contra la Educación Sexual Integral (ESI), que forma parte de la currícula de las escuelas de nuestro país desde el nivel inicial.

Actualidad 01/10/2023

La relevancia de ese espacio en los colegios y además, la importancia de denunciar.

"ESI es corrupción de menores" y "ESI es pedofilia" fueron solo algunos de los mensajes con los que se encontraron alumnos, padres, directivos y miembros de los establecimientos educativos del Normal N°1, Normal N°3, Escuela Técnica N°1 y distintos jardines de infantes de nuestra ciudad.

 

Luego de estos hechos, se llevó a cabo una actividad en Plaza San Martín para "repudiar las pintadas antiderechos" y estuvo organizada por docentes y organizaciones feministas, quienes además, intervinieron las pintadas que repudiaban la ESI, de forma tal que esa "contracampaña" lograse dar fe de la importancia de la Educación Sexual Integral en las escuelas.

 

¿Qué es la ESI?

 

El Programa Nacional de Educación Sexual Integral fue creado por la Ley 26.150. Su objetivo es garantizar el derecho a recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos del país, de gestión estatal y privada, en todos los niveles y modalidades.

 

De acuerdo al artículo 3 de esta ley, el objetivo de la ESI son los siguientes: incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas; asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral; promover actitudes responsables ante la sexualidad; prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular; y también, procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres.

 

La ESI como herramienta para reconocer el abuso sexual

 

Según especialistas, la ESI busca "promover saberes y habilidades para la toma de decisiones responsables y críticas" relacionadas al cuidado del cuerpo, relaciones interpersonales y la sexualidad desde el cuidado, el placer y, sobre todo, los derechos.

 

A partir de su inclusión en las escuelas y según el Ministerio Público Tutelar porteño, el 80% de los niños, niñas y adolescentes que denunciaron abusos fue después de tener una clase de ESI en la escuela. Esto significa que gracias a los contenidos que se enseñan desde los establecimientos educativos respecto al cuidado del cuerpo, a la sexualidad y a las relaciones interpersonales, han aumentado exponencialmente las declaraciones y los relatos de los menores, muchos de los cuales fueron llevados a la Justicia.

 

¿Cómo detectar el abuso infantil?

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco niñas y uno de cada 13 niños son víctimas de abuso antes de los 18 años. Por otro lado, desde Red por la Infancia estiman, en base a datos del INDEC, que 2.000.000 de niños y niñas son potencialmente víctimas de este delito en la Argentina, aunque solo se denuncia el 10% de los casos.

 

En este sentido, y desde la de Red por la Infancia, existen algunos indicadores a los que debemos estar atentos para lograr detectar a un niño, niña o adolescente víctima de abuso sexual.

 

Existen, por un lado, manifestaciones físicas de abuso: dolor al sentarse o cambios en la forma de caminar, así como manchas en la ropa interior; dolores recurrentes sin causa aparente (cefaleas, dolores articulares, en la zona abdominal); cambios bruscos en el apetito, voracidad o restricción alimentaria; conductas regresivas (falta de control de esfínteres), miedos nocturnos y déficit de atención. Además, las autolesiones e, incluso, intentos de suicidio.

 

Los cambios en la conducta social también son indicios de abuso: conductas hostiles y agresivas en sus hogares y dentro de sus círculos sociales, como amigos; cuando antes disfrutaban de la hora del baño, de repente, no querer bañarse ni desvestirse; temores o rechazos aparentemente inexplicables frente a ciertas personas (en este sentido, Eva Giberti, reconocida psicoanalista y coordinadora del programa "Las Víctimas contra las Violencias" asegura que explica: hay que estar alerta frente a estas conductas porque los niños no saben decir "me abusa" y de esta forma, esa es la forma que encuentra para expresar que le hacen algo que no le gusta); manifestaciones emocionales como llantos ante cuestiones aparentemente sin importancia, angustias, enojos desmedidos, miedos que no estaban antes (como de separarse de la figura que el niño o la niña siente como protectora).

 

Otros de los síntomas de abuso son las conductas hipersexualizadas: la erotización que excede la curiosidad por los genitales propia de la edad en la primera infancia; las actitudes autoeróticas, como la masturbación compulsiva, incluso ante la presencia de una figura que podría censurarlo; el hecho de llevar adelante juegos sexuales con sus pares o incluso conductas inapropiadas para alguien de cualquier edad, como investigar los genitales y el recto de los animales; utilizar palabras impropias del lenguaje de un niño de su edad así como también dibujos que llamen la atención por su contenido.

 

En cuanto a las manifestaciones psicológicas y emocionales, suelen aparecer la ansiedad, la depresión, la angustia, las conductas de aislamiento, las pesadillas, los problemas para dormir y los terrores nocturnos.

 

Por último y no por ello, menos importante, las manifestaciones verbales: es importante tener en cuenta que solo el 20% de los niños, niñas y adolescentes logra manifestar verbalmente el abuso del que son víctimas y muchas veces lo hacen de una manera lúdica porque lo tienen naturalizado. La fundadora de "Red por la infancia" expresa que en la mayoría de las veces, no pueden poner en palabras el tocamiento sexual por el nivel de desarrollo de su lenguaje, pero dicen, por ejemplo: "Papá me pegó en la cola".

 

¿Qué es el abuso sexual?

 

Para UNICEF, "el abuso sexual ocurre cuando un niño es utilizado para la estimulación sexual de su agresor (un adulto conocido o desconocido, un pariente u otro NNyA) o la gratificación de un observador".

 

Además, incluye "los manoseos, frotamientos, contactos y besos sexuales, el coito interfemoral (entre los muslos), la penetración sexual o su intento, por vía vaginal, anal y bucal aún cuando se introduzcan objetos, el exhibicionismo y el voyeurismo, las actitudes intrusivas sexualizadas, la exhibición de pornografía y también, instar a que los NNyA tengan sexo entre sí o fotografiarlos en poses sexuales".

 

El abuso sexual, además, es un delito sancionado penalmente por el Código Penal de la Nación en su Título III "Delitos contra la integridad sexual" (artículos 118 a 133). Dentro de ellos existe, y no por eso menos importante, el abuso el abuso sexual simple, "que sucede cuando un NNyA es sometido a contactos sexuales, manoseos o tocamientos en las zonas íntimas con fines sexuales. Este tipo de contacto sexual se produce en situaciones en las que, o bien el consentimiento no está dado porque el hecho fue realizado mediante violencia, amenaza o abuso de poder, o bien no puede ser dado porque se cometió contra un niño o una niña que tiene menos de 13 años. En el segundo escenario el factor de la edad es muy importante, ya que el delito se configura sin necesidad de que el pequeño haya sido sometido en contra de su voluntad o haya existido abuso de poder".

 

En caso de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes, comunicarse telefónicamente con las líneas telefónicas gratuitas 137 ó 102.

Te puede interesar
Lo más visto