Diversamente Posibles: Un Impulso a la Inclusión y el Bienestar

En una reciente conversación con el Grupo de Medios Mediatres, Ignacio Calabró, fundador y creador de la Asociación Civil, compartió interesantes relatos sobre los orígenes de esta entidad sin fines de lucro.

Actualidad26/11/2024
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Por Agustín Ochoa Ortega.

 

 

Durante el encuentro, destacó anécdotas significativas que reflejan la evolución de la organización y ofreció una descripción detallada de las diversas actividades que se llevan a cabo, 

 

En 2020, un grupo de padres, profesionales y amigos, liderados por Ignacio Calabró, se unió para enfrentar una grave problemática en su comunidad: la escasez de actividades recreativas y deportivas accesibles para personas con discapacidad. Así nació la Asociación Civil “Diversamente Posibles”, una organización sin fines de lucro enfocada en crear proyectos comunitarios y deportivos que fomenten la inclusión y el bienestar de quienes enfrentan diversas discapacidades.

 

Ignacio Calabró, en una reciente conversación con el GRUPO DE MEDIOS MEDIATRES, compartió la profunda motivación que lo llevó a esta iniciativa. “Mi hija Luli tiene una discapacidad motora severa, requiere asistencia para todo. Y sus ganas de hacer y vivir son las que me motivaron a todo esto”, expresó. Su experiencia como kinesiólogo, combinada con el amor hacia su hija, se convirtió en el motor que impulsa a "Diversamente Posibles".

 

Esta asociación no solo promueve la actividad física entre personas con discapacidad, sino que también busca concienciar a la sociedad sobre la importancia de la inclusión. La necesidad de ofrecer espacios donde todos puedan participar y disfrutar de actividades recreativas es fundamental para construir una comunidad más equitativa.

 

A medida que la Asociación avanza en sus proyectos, el compromiso de Ignacio y su grupo de trabajo se convierte en un ejemplo inspirador de cómo la dedicación y la empatía pueden generar cambios significativos en la vida de las personas. La historia de "Diversamente Posibles" nos recuerda que cuando el amor y la pasión se unen, las posibilidades de transformación son infinitas.

 

El Origen de una Iniciativa Transformadora

 

Ignacio Calabró, el creador de esta relevante iniciativa, se inspiró en su propia experiencia como padre. Luli, su hija con discapacidad motora severa, se convirtió en el motor detrás de su deseo de hacer un cambio significativo en la comunidad. En sus palabras, “Soy papá de Guadalupe (12) y Lourdes (10), y al año de vida nos dijeron que sufría de una discapacidad motora. A partir de ese momento, se empieza a deconstruir el concepto de discapacidad en mi vida y decidimos mudarnos a La Costa. En ese transitar como papás, vi que mi hija mayor tenía un montón de actividades por hacer, pero mi hija menor solamente hacía terapia. De esta manera nace ‘Diversamente Posibles’”.

 

El relato de Ignacio refleja un desafío que muchas familias enfrentan: la dificultad para encontrar actividades que integren a todos sus miembros, especialmente cuando uno de ellos presenta una discapacidad. “Mi hija mayor quería hacer danza, pero la sala de danza no contaba con los elementos necesarios para que mi hija menor pudiera hacer danza. O mi hija mayor quería ir a natación, pero la menor sólo podía hacer hidroterapia”, enumeró las dificultades que se le presentaban a Ignacio a la hora de buscar actividades inclusivas para su familia. Este relato conmovedor revela la lucha cotidiana por la inclusión que enfrentan muchas familias, donde las actividades recreativas se convierten en tareas arduas y, a menudo, frustrantes.

 

La fundación surgió como respuesta a una necesidad palpable: la falta de actividades recreativas diseñadas específicamente para quienes viven con discapacidades. Muchas familias se encuentran en la misma situación que Ignacio, buscando oportunidades para que sus hijos e hijas participen en actividades que no solo sean recreativas, sino también inclusivas y estimulantes. Esta inquietud dio origen a “Diversamente Posibles”. “El trabajo consistía en enseñarle a nadar a chicos con discapacidad dentro de un espacio de encuentro con una mirada de un kinesiólogo, pero también de un papá que quería que su hija juegue con amigos”, narró Ignacio Calabró.  

 

Abriendo Caminos a la Inclusión: La Labor de “Diversamente Posibles”

 

En un mundo donde la inclusión es más que una necesidad, la asociación “Diversamente Posibles” se ha comprometido a abordar un vacío crítico: la falta de actividades recreativas y deportivas accesibles para personas con discapacidades. Muchas familias, como la de Ignacio, enfrentan un dilema similar: sus hijos anhelan participar en actividades lúdicas, pero suelen encontrarse con obstáculos como la escasez de recursos, instalaciones adecuadas y personal capacitado. Consciente de esta problemática, “Diversamente Posibles” nace con la misión de transformar este panorama a través de una variada oferta de experiencias recreativas.

 

Entre sus iniciativas más destacadas se encuentra el programa “DisfrutArte en Bici”, centrado en el reciclaje y la adaptación de bicicletas para personas con diferentes tipos de discapacidades. Este innovador programa ha permitido crear bicicletas adaptadas que ofrecen a niños y adultos la oportunidad de disfrutar de paseos al aire libre. Más allá de fomentar la movilidad y la salud, esta iniciativa promueve la interacción social, creando un sentido de comunidad entre sus participantes.

 

La historia detrás de “DisfrutArte en Bici” es inspiradora. Lourdes, una joven entusiasta del ciclismo, expresaba el deseo de su familia de verla participar en una carrera en bicicleta. Motivados por su sueño, su padre y un amigo desarrollaron una bicicleta adaptada que le permitió disfrutar de momentos de felicidad inigualables. Al percibir la alegría que traía el ciclismo a su vida, Ignacio decidió replicar la experiencia y adaptar bicicletas para otros niños con discapacidades. Así, en apenas dos días de trabajo, se construyeron las primeras bicicletas, iniciando un proyecto que rápidamente escaló hasta ensamblar 35 bicicletas recicladas para aquellos que las necesitaban. 

 

El impacto de esta labor es palpable en cada uno de los niños que participan en las actividades. Las bicicletas, antes viejas y en desuso, ahora se han transformado en oportunidades de movilidad y diversión, permitiendo a los niños con diversidad funcional pedalear junto a sus amigos y familias, creando momentos de alegría compartida en la comunidad del Partido de la Costa.

 

Otro proyecto que resalta el compromiso de “Diversamente Posibles” es la creación de sillas anfibias para surf, materializadas a través del programa “DisfrutArte Surf”. Esta iniciativa surgió cuando Lourdes se sintió desanimada al ver a su hermana mayor participar en clases de surf. Decidido a no dejarla atrás, Ignacio se unió a la idea de construir una silla que le permitiera disfrutar de la experiencia de surfear en el mar. Así, diseñaron una silla anfibia que se adapta a las necesidades de los surfistas en silla de ruedas, permitiendo que jóvenes y adultos accedan a la diversión del surf y el entorno natural de la playa.

 

No solo se trata de una actividad emocionante; también busca derribar estigmas y prejuicios relacionados con la discapacidad. Desde su primera experiencia con dos sillas anfibias hasta alcanzar la meta de contar con veinte sillas en el presente año,  la Asociación Civil “Diversamente Posibles” continúa ampliando su alcance y sus énfasis en la inclusión.

 

Historias que Transforman: Reflexiones de Ignacio Calabró, Fundador de la Asociación Civil “Diversamente Posibles”

 

La labor social y la empatía son pilares fundamentales en la construcción de comunidades más inclusivas. Ignacio Calabró, fundador de la Asociación Civil “Diversamente Posibles”, ha dedicado su vida a brindar apoyo y oportunidades a personas con discapacidad y sus familias. Recientemente, compartió unas anécdotas profundamente significativas que reflejan la importancia de su trabajo y la capacidad de transformación que puede surgir de una simple acción.

 

Una de las historias que Calabró recuerda con especial cariño es el inicio del proyecto de las bicicletas adaptadas. Durante una jornada de actividades en las que se ofrecían paseos en bicicleta, una madre se acercó para expresar su reconocimiento. "Qué lindo hubiese sido si este proyecto hubiese estado en marcha cuando nos dieron la primera vez el diagnóstico. Cuántas angustias nos hubiese ahorrado", fueron sus palabras. Este momento, lleno de emoción y sinceridad, dejó una huella imborrable en Ignacio. La madre no solo compartía su deseo de haber contado con apoyo en un momento tan crítico de su vida, sino que también reflejaba la grandeza de un proyecto que no solo brinda diversión, sino que también genera un espacio de inclusión y comprensión.

 

La experiencia de esta madre subraya una realidad que muchas familias enfrentan al recibir diagnósticos relacionados con la discapacidad. A menudo, el proceso puede ser abrumador y solitario, lleno de incertidumbre y ansiedad. Para Calabró, escuchar testimonios como el de esta madre no solo lo motiva a seguir adelante, sino que también reafirma la importancia de crear iniciativas que acompañen a las familias desde el principio, ofreciendo herramientas y recursos que faciliten su recorrido.

 

Otra historia que marcó profundamente a Calabró fue la de un joven que asiste a “Diversamente Posibles”. Relató con entusiasmo cómo, en una actividad de pedalear con las bicicletas adaptadas en la playa, varios chicos se unieron a él en un ambiente de total camaradería. "Lo distinto era la silla de ruedas de Nahuel, pero cuando pusimos las cuatro bicis para pedalear con las manos, Nahuel estaba en iguales condiciones. Fue como si pedaleaba entre amigos. ¡Fue un momento muy lindo! Cuando ocurren esos hechos, la discapacidad no existe", expresó Ignacio, quien no pudo evitar emocionarse al recordar esa escena.

 

A través de estas anécdotas, Ignacio Calabró nos enseña que cada pequeño paso cuenta. La labor de su asociación no solo se limita a visibilizar a las personas con discapacidad; trabaja incansablemente para crear un entorno donde todos puedan disfrutar de experiencias plenas y enriquecedoras. Estas historias son testimonio de que la empatía, la comprensión y el trabajo en equipo pueden cambiar realidades y ayudar a sanar heridas.

 

En un mundo que a menudo parece dividido y lleno de obstáculos, las iniciativas de Ignacio Calabró y “Diversamente Posibles” se erigen como faros de esperanza. Nos invitan a reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros podemos contribuir al bienestar de todas las personas, sin importar sus capacidades. Esta es la esencia del verdadero cambio: reconocer que todos somos parte de la misma comunidad, y que trabajando juntos, podemos marcar una diferencia significativa en la vida de los demás. La labor social y la empatía son, sin duda, pilares fundamentales que sostienen el edificio de un futuro más inclusivo.

 

La Verdadera Inclusión: Un Llamado a la Convivencia y el Respeto

 

En un mundo cada vez más globalizado e interconectado, la inclusión se presenta como uno de los pilares fundamentales para una sociedad justa y equitativa. Sin embargo, a menudo observamos que el término "inclusión" se utiliza de manera incorrecta, especialmente en el ámbito de las redes sociales. Ignacio Calabró, fundador de la iniciativa “Diversamente Posibles”, compartió recientemente su perspectiva sobre este tema, abriendo un diálogo crucial sobre lo que realmente significa incluir a las personas con discapacidad en nuestra sociedad.

 

Calabró enfatizó que, en muchas ocasiones, las familias con miembros con discapacidad no se sienten realmente incluidas. En lugar de ello, experimentan una sensación de estar “incrustadas” en espacios que no les son del todo acogedores. Esta reflexión pone de manifiesto un problema subyacente: la inclusión no es solo una cuestión de presencia, sino también de aceptación y respeto. Cuando los espacios no están diseñados para facilitar la participación activa de todos, se corre el riesgo de que la inclusión se convierta en un mero concepto vacío, lejos de la esencia que realmente debe tener.

 

La voz de Calabró resonó con especial fuerza cuando aboga por entornos más amigables. "Necesitamos ambientes mucho más amigables para poder verdaderamente incluir a todos", sostuvo. Esta afirmación invita a una profunda reflexión sobre nuestra responsabilidad colectiva de crear un espacio social que fomente no sólo la presencia, sino también el sentido de pertenencia. Para ello, es esencial reconsiderar cómo diseñamos nuestras interacciones y qué barreras, tanto físicas como sociales, estamos dispuestos a derribar.

 

Ignacio Calabró puso énfasis, además, en el valor de la convivencia y el respeto. “A veces pienso más en la convivencia y en el respeto que me suena mucho más amigable, en donde no me excluyan, sino que me estén esperando con respeto y en torno a un espacio de convivencia”, afirma. Este enfoque aboga por una transformación que va más allá de las políticas de inclusión; se trata de cultivar una cultura en la que cada individuo, independientemente de su capacidad, se sienta valorado y bienvenido.

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